Los antecedentes del representante legal del Consorcio Vías Popayán, Fabián García Ríos, también tiene su historia en obras de infraestructura de la ciudad de Cali. Su prontuario en diferentes contrataciones, ha dado pie para que en la capital del Valle lo hayan denominado: “El emporio de García”.
Luego de una investigación sobre quién es el representante legal del Consorcio Vías Popayán, que hoy tiene en aprietos a Movilidad Futura, el ente encargado de implementar el Sistema Estratégico de Transporte de Popayán. Además, obtuvo declaraciones reveladoras de Paul Burbano López, el ingeniero que trabajó hasta septiembre de este año, para el Consorcio Vías Popayán, y quien afirmó que el retraso de las obras solo tiene un culpable: Fabián García Ríos.
Esta semana la Contraloría Municipal dio a conocer los 30 hallazgos producto de la auditoría real izada a la empresa Movilidad Futura S.A.S. Asimismo, convocó a una rueda de prensa con la Comisión Moralizadora, para anunciar la audiencia pública que se realizará el próximo 29 de noviembre en el auditorio del Centro Administrativo Municipal (CAM), con el fin de presentarle a la comunidad cómo avanza el plan de movilidad de la ciudad de Popayán y quiénes deberán responder por los retrasos de las obras.
Los hallazgos, resultado de la auditoría regular realizada a la empresa Movilidad Futura S.A.S, en las vigencias 2010, 2011 y 2012, fueron clasificados por su presunta connotación así: 14 administrativos, 9 fiscales y disciplinarios, 4 solamente disciplinarios, 2 fiscales y 1 disciplinario con presunta incidencia penal.
Dentro de esos hallazgos, la Contraloría Municipal evidenció nuevamente el retraso por parte del consorcio Vías Popayán en varios tramos de las vías, para lo que Movilidad Futura lo contrató en el marco de la implementación del Sistema Estratégico de Transporte de la ciudad.
En este punto, el Contralor Municipal, Edier Orlando Bolaños, dijo que a pesar de la sanción que por estos retrasos le ha impuesto Movilidad Futura, se espera que en los próximos días ese ente decida qué va a pasar con ese contrato, si se cancela o si por el contrario hay prórrogas para iniciar con la pavimentación de los cinco tramos que tiene adjudicados este consorcio, y que suman un total de 8.340 millones de pesos, de los cuales se le ha desembolsado el 10% de anticipo, es decir 834 millones.
“Hay una serie de herramientas que nosotros le hemos recomendado a Movilidad Futura, que están en las cláusulas del contrato y que deben tenerse en cuenta para la decisión final. Sin embargo, en este momento la situación es muy compleja porque hay tramos de ese contrato que deberían ya estar terminados y ni siquiera han iniciado”, reiteró el contralor.
En ese sentido, y previendo que el plan de movilidad aún no ha avanzado lo suficiente, esta semana la Contraloría Departamental, convocó a varios medios de comunicación a una rueda de prensa con la Comisión Moralizadora, integrada por los diferentes entes de control y de justicia del departamento, para anunciar que el próximo 29 de noviembre en el auditorio del Centro Administrativo Municipal (CAM), se realizará una audiencia pública para socializar a la comunidad dichos hallazgos, y así mismo, iniciar un control más riguroso, entre ciudadanos y entes de control, al proceso de implementación del Sistema Estratégico de Transporte de Popayán.
Pero ante este panorama, la pregunta que varios ciudadanos se hacen es, ¿quién responde por el retraso de las obras? ¿Quiénes son los responsables de estos hechos? El Nuevo Liberal profundizó en la búsqueda del prontuario del consorcio Vías Popayán y de su representante legal, Fabián García Ríos, encontrando varios antecedentes que al parecer, Movilidad Futura nunca tuvo en cuenta, ya que son contratos de años anteriores a la suscripción del actual.
Por un lado, coincide mucho el contrato actual que tiene García Ríos con Movilidad Futura, y los dos que en 2010 obtuvo en la ciudad de Cali, por más de $7.351.670.525, y que tenían como objeto “construir el drenaje pluvial y complementario para el desarrollo vial de la zona industrial en Yumbo, Valle”, y “la instalación de tubería de drenaje pluvial y reposición de pavimento, en el mismo municipio”.
Ambos contratos fueron cuestionados en Cali en 2010 por la forma como fueron adjudicados. Y adicional a eso, dos meses después de que Acuavalle le desembolsara a Fabián García Ríos el 50% de anticipo de cada contrato, no se habían iniciado las obras.
Pero eso no fue todo, el diario El País de Cali, quien hizo una investigación rigurosa de estos proyectos, denunció que el segundo contrato, a pesar de haber iniciado con los trabajos de levantar la carpeta asfáltica, los vecinos de esa zona de Yumbo, denunciaron que abandonaron la obra durante un mes.
A estos cuestionamientos se le suma el rótulo con el que ha sido calificado Fabián García Ríos en Cali: “El emporio de García”, que se conoció en 2010, luego de que fuera publicado el top diez de los mayores contratistas de Cali, donde apareció en la tercera casilla.
Adicional a esto, García Ríos es uno de los protagonistas de lo que la prensa caleña denominó en 2011 “El último ‘negocio’ del alcalde Ospina”, haciendo alusión a la venta de un lote del municipio denominado “la joya de la corona”, por su ubicación, tamaño (90.000 m2) y porque estaba avaluado en $45 mil millones. Este fue cambiado por uno de 20 mil m2, localizado en el paraje de Arroyohondo del Municipio de Yumbo, más mezcla asfáltica por $2.500 millones.
Este negocio entre el Municipio y García Ríos, fue cuestionado por los caleños pues se hizo un día antes de ser destituido el alcalde Apolinar Salcedo. Este cambalache luego fue ratificado por el alcalde Ramiro Tafur y posteriormente desarrollado, a través de tres contratos, por el entonces alcalde, Jorge Iván Ospina.
Sin embargo, lo que se considera insólito de este contratista, que aunque no tiene antecedentes disciplinarios o fiscales en la Procuraduría o Contraloría General de la Nación, respectivamente, también está salpicado por el lavado de activos de la famosa y polémica pirámide DMG, del señor David Murcia Guzmán.
Su relación se da porque García Ríos, hizo parte de una de las seis firmas que conformaban el Consorcio Patio Sur, que tenía como finalidad obtener una licitación para construir el patio y los talleres del MÍO al sur de la ciudad de Cali. En este mismo consorcio realizó inversiones, Germán Enrique Serrano Reyes, quien hiciera parte de la junta directiva de Centrales de Transporte S.A., la empresa que maneja el Terminal de Cali, y que luego fue acusado de lavar activos a favor de DMG.
Este es parte del prontuario del viejo contratista del Estado en obras civiles desde hace más de una década. “El emporio de García”, que según informes de la prensa caleña, siempre trató de ganarse los contratos en la capital del Valle, cuando no pudo bajo su propio nombre, lo hizo con dos consorcios fundamentales para él: García Ríos Constructores y Rocales y Concretos SAS.
En Popayán, García logró la adjudicación del contrato bajo el Consorcio Vías Popayán, cuyos consorciados, según el propio contrato de obra pública N° 01 de 2012, está integrado por: García Ríos Constructores S.A. (50%); Fabián García Ríoss (25%), Eduardo Gironza Lozano (25%).
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Por: El Nuevo Liberal - Edinson Bolaños/ Andrés Córdoba

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