Los medios desde su condición más esencial han tenido como objetivo presentar información a una audiencia especifica; en nuestro país a través de la historia ha sido fundamental el papel de estos en la vida democrática y política, con el fin de proporcionar una imagen o pensamiento se valen de todos los recursos existentes. No se desconoce que la influencia del poder mediático en la sociedad actual cuenta con índices bastante elevados, a lo largo de la conformación como país, la población se ha convertido en fichas de los mejores postores, esto en temas de figuras político-económicas públicas y en contextos de tendencias de opinión, la desinformación se ha hecho más evidente y esto, de algún modo ha contribuido con la apropiación de conflictos sociales como personales. Por otro lado, el derecho a la libertad de expresión y de prensa, no es tan libre como debiera, porque los medios y la “politiquería” manipulan a su antojo a algunos medios y a su vez a periodistas. Además por la manera en que ocultan o no transmiten algunas realidades e información que afecta a un grupo de personas que no son partidistas a sus ideologías; medios y periodistas mostrando la falta de objetividad y neutralidad consigo mismos y dejando mal posicionado a la profesión ante la sociedad. Por eso, un pueblo mal informado y manipulado es un pueblo castigado a una vida sin equidad.
Por consiguiente, sucesos que también vinculan a la comunicación es el conflicto armado y hechos que encrudecen la realidad social de Colombia, muchos conocemos que desde los años 60 el Estado colombiano ha tratado de combatir a diversos grupos ilegales, esto con relación a la posesión de tierras, el narcotráfico, la minería ilegal entre otros factores asociados al conflicto, además la polarización y la persecución de la población civil debido a su orientación política o izquierdista. Mientras tanto, la época en la de mayor recrudecimiento fue entre los años de 1988 y 2003, y la de mayor violencia que ha vivido el país fue a mitad de la década de los 90 y hasta el 2005, cuando se presentaron las tomas armadas de poblaciones, las desapariciones forzadas, las masacres indiscriminadas de civiles, el desplazamiento forzado masivo y los secuestros colectivos de civiles, militares y políticos; sucesos que se presentaron durante la presidencia de Andrés Pastrana y el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, violencia que aun disputa el Estado contra grupos ilegales como el Eln, narcotraficantes, paramilitares y ahora las bandas criminales que han tomado fuerza en el país.
De esta manera, la comunicación ha jugado un papel importante en el desarrollo, crecimiento y divulgación de información en el país, además por medio de la comunicación y el dialogo se busca fin al conflicto entre el Estado y guerrilla de las Farc, una salida a la violencia que ha vivido el país a lo largo de estos 52 años, conflicto armado entre dos partes y actualmente contra otros grupos armados ilegales, los cuales no ha dejado nada bueno a la generaciones que han vivido en carne propia la violencia y a quienes han sentido los efectos en sus bolsillos debido a los impuestos que cada año suben claro que es para “educación, salud y vías” pero en su mayor porcentaje para pagar “la guerra” y la deuda del país con países como Estados Unidos, es por eso, que en los últimos años la violencia no ha cesado, tan solo desde el momento que comenzó la negociación con las Farc la cual ha minimizado cerca de un noventa por ciento con respecto a los años anteriores al 2010, donde los noticieros solo estaban llenos de titulares judiciales y día que no hubiera un hecho violento de las Farc, no era un día con hora colombiana, además siendo un plato aperitivo para los medios a favor del Estado quienes al parecer manejan la información a su gusto y quizás de algunos alegrándose porque están combatiendo los grupos armados, mientras que estos están acabando con vidas de seres humanos inocentes y sus familiares llorándolos porque el mismo conflicto o guerra que se ha apoderado de este país les ha arrebató familiares del seno de sus hogares.
Hay que destacar que actualmente Colombia atraviesa uno de los años más tranquilos en tema de violencia ya que las Farc es el grupo más fortalecido y con mayor número de integrantes en sus filas, las generaciones que estamos viviendo este paso hacia a la PAZ agradecemos y anhelamos que la guerra termine de una vez por todas y no siga cobrando más vidas de inocentes, solo queda decir que los colombianos que no desean ver a las Farc ocupando curules en el Congreso de la Republica, sería interesante que fueran a combatirlos y no utilicen más hijos del pueblo, los mismos jóvenes de estratos uno, dos y tres, por eso, el pueblo colombiano de a pie y que esta agobiado ya no quiere más guerra sino una Paz duradera con este y los demás grupos armados que hay en Colombia, porque preferimos a un guerrillero empuñando un lapicero o haciendo política que empuñando un arma, secuestrando, atacando poblaciones y acabando con más vidas de inocentes.
Por eso, los medios de comunicación deben ser responsables, comprometerse y coadyuvar a que haya PAZ, esto por su gran influencia en la definición y solución de conflictos a lo largo de la historia, esa misma que se guarda en el pensamiento de cada colombiano y en escritos que memorizan los hechos que han impactado al país, Colombia.
Por: Estudiantes de Comunicación Social de la UNAD - Jóvenes que quieren la PAZ. / Foto: Archivo El País de Cali.
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